martes, 23 de febrero de 2010

Un Capitulo En Mi Vida


Casi pase la noche en vela, los pensamientos e imágenes sin sentido invadían mi mente, era como mirar un caleidoscopio, pensamientos giraban, iban y venían a su antojo, una y otra vez, la confusión sentimientos hacían estragos en mí, sentía la cabeza estallar no lograba conciliar el sueño, la televisión estaba encendida,no la miraba pero solo escuchar los sonidos que provenían de ella, me hacían sentir acompañada, mi cama estaba desierta, las sabanas frías, yo recostada miraba fijamente el techo, volteé la mirada hacia la TV pude darme cuenta lo tarde que era, el reloj con sus grandes números rojos marcaban las 2:30 de la madrugada, exhausta me volteé boca abajo y recargue mi cabeza sobre la almohada, ya casi desgastada . ¿Cuando logre cerrar mis ojos?.. no lose, no me di cuenta, solo sentí un parpadeo, en un triz traz , desperté, mire nuevamente el reloj y ya marcaba las 5:15 AM , me dispuse a levantarme ya no insistí en volver a quedar dormida, ya pronto llegaría el sol, así que me quede por un instante sentada al borde de la cama con los pies descalzos sobre un suelo frío, estire mis brazos como si quisiese alcanzar el cielo y bostece llevando mis manos cerradas hacia mis ojos frotándolos, intentando aclarar un poco la mirada difusa y cansada, tome de la mesita de noche un listón lo lleve a mi boca apretándolo con mis labios mientras con mis dedos intentaba desenredar mi cabellera, el silencio invadía mi habitación aquella mañana, por extraña vez había despertado mas temprano que de costumbre, me puse de pie fui directo a la cocina, encendí la cafetera, mientras tanto , entre al baño cepille mis dientes, lave mi rostro, mire mi reflejo en el espejo, una mirada desvelada y cansada. Habiendo terminado en el baño, me dirigí nuevamente a la cocina, ya el aroma de café recién colado había impregnado el ambiente, tome una taza y me serví un poco, para alivianar el frío.

Aun el sol no salía fui hasta mi ventana y el cielo estaba gris, había neblina, hacia mucho días que no disfrutaba del paisaje de una mañana. Sentí las ganas de salir, así que tome las llaves del mesón, abrí la puerta y una brisa refrescante embistió mi cuerpo, enchinando mi piel, continúe mis pasos hasta llegar a mi jardín olvidado, note un montón de hojas secas que cubrían el suelo y la maleza que impedía que mis plantas florecieran, tomaba pequeños sorbos de café para darme calor ya que el frío se hacia abrumador, mire hacia la vereda y allí estaba la vecina con una escoba, barriendo las hojas secas que cubrían el frente de su casa, al notar mi inusual presencia, con un tono sarcástico, dijo: “ Y a ti que te paso has caído de la cama”, yo sin ganas solo le respondí con una sonrisa irónica, termine de tomar mi café, mientras veía bajar de la montaña, la cortina de bruma, volví a mi morada en busca de algo de calor, pero luego de entrar mire a mi alrededor, y no había mucha diferencia entre el ambiente dentro y fuera de casa, se sentía el mismo frío y la misma vista deprimente y marchita. La soledad y el silencio cundían mi espacio impregnándose en las paredes, sin ánimos de hacer nada me dirigí nuevamente a mi habitación, encendí el computador mientras se cargaba fui rápidamente por otra taza de café, me senté abrí mi correo esperando encontrar un mensaje especial que encendiera mi sonrisa, pero no aun no llegaba nada para mí, así que opte por cerrar mi bandeja de correos, para no sobrecargar de ventanas el monitor, como el silencio era tan agobiante, decidí buscar alguna melodía que diera calidez a mi alma, entonces recordé que hay un espacio en donde me siento realmente libre , entre a mi blog un pequeño desván donde dejo guardado mis sueños y anhelos, donde dejo correr mis lagrimas sin miedo, donde sonrío donde siento paz, un pequeño rincón tan agradable en donde la mayoría de las veces encuentro através de otros pensamientos calma y deseos de esperanza.

Cuando finalmente llegue a mi baúl de pensamientos, una suave melodía acompañada del sonido de la brisa marina refresco mi mente trayendo consigo calma, habían muchos mensajes deseándome un feliz día sentí un caluroso abrazo imaginario, y bien que me hacia falta en aquella mañana fría y solitaria, para agradecer el bello gesto también comencé a desearle un día especial a todos los que habitan en aquel hermoso desván. Fui de un lado a otro dejando cortos mensajes, hasta que me detuve en una de entre tantas ventanitas, algo atrapo mi atención, un relato me cautivo, un corazón que destilaba sentimientos un alma desnuda expresando su sentir, capítulos de un diario olvidado, cada minucioso detalle se asemejaba a mis días, días en las que el tiempo corre veloz, sin dejar ningún rastro, ni huellas, ni recuerdos, minutos y segundos de mi vida que se desgastan haciéndome sentir que pronto seré NADA, la constante batalla con mi yo interno me funde, aquellas palabras me hicieron recordar de alguna forma esa continua negación que me invade y destruye mis trazos, haciéndome diminuta, ¿será la cotidianidad la enfermedad cruel que me azota?, pero si es así, ¿porque no buscar el remedio a esta turbia desesperación?, que me invade que me carcome, porque no alzar mi grito de guerra luchar con todas mis fuerzas, superar mis miedos imaginarios aquellos que me ahogan en un mar de soledad para sanar mi corazón,

Ya el reloj marca las tres de la tarde, otras ves el tiempo corrió con tanta prisa sin avisar, pero al menos esta vez pude ganar la batalla, deje mi huella escrita,solo recuerdos retazos de lo que paso aquella mañana un capitulo mas de mi vida….
Autor: Crystal
Fotografia:Jamie Baldridge

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